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Mayoría de la Cámara Baja del Congreso 118
Tras asumir el control de la Cámara de Representantes en el 2022, los republicanos trazaron planes para impulsar políticas y retórica xenófobas para conservar su mayoría bajo el inofensivo nombre de Una Nación Que es Segura. De esta forma, la Cámara Baja de mayoría republicana aprobó un extremo proyecto de ley de inmigración que minaría el sistema de asilo, y se adentró más en las teorías conspirativas nacionalistas blancas.
Los republicanos han conducido más de 30 audiencias en el Congreso que han sentado las bases para impulsar la intolerante y antisemita teoría conspirativa del ‘gran reemplazo’. El Partido Republicano invitó a varios testigos vinculados a grupos de odio designados como tal por el Southern Poverty Law Center. Pero el extremismo también se manifestó desde el estrado y los republicanos utilizaron las audiencias para promover teorías conspirativas de ‘invasión’ y ‘gran reemplazo’ y para deshumanizar a los inmigrantes y a quienes buscan asilo y refugio.
Esta retórica es mortal: en los últimos años, numerosos racistas asesinos en masa han citado esta teoría conspirativa A pesar de esta oscura historia, los republicanos de la Cámara Baja siguen empleando este lenguaje, siembran temor en torno al tamaño de las oleadas de inmigrantes y propagan falsedades sobre el voto de los no ciudadanos. En el 2023, hubo 675 publicaciones únicas en las redes sociales desde cuentas oficiales del Congreso que emplearon la teoría del ‘gran reemplazo’, incorporando esta narrativa violenta. A pesar de conocer la conexión entre la teoría conspirativa del ‘gran reemplazo’ y el terrorismo doméstico extremista, los congresistas republicanos la han convertido en un elemento clave de sus mensajes.
La mayoría republicana de la Cámara de Representantes también insistió en acusar al secretario Mayorkas, del DHS, el primer cubano-judío-estadounidense en ocupar el cargo y el funcionario latino de más alto rango en el gobierno federal, argumentando que no quería implementar las leyes de inmigración. Aparte de ser una afirmación infundada y carente de pruebas, la resolución de juicio político, H.Res.863, presentada por la congresista Taylor Greene, estuvo plagada de retórica sobre la ‘invasión’.
Esto tiene peligrosas consecuencias en el mundo real. En enero, el FBI arrestó a un hombre “animado por la retórica antiinmigrante de una ‘invasión’”, que había “conspirado para atacar a inmigrantes y a las autoridades federales en la frontera sur utilizando explosivos y rifles de francotirador”, reportó Tess Owen, de Vice. El juicio político fue una jugada estratégica para convencer a los estadounidenses de que todos los problemas que aquejan sus vidas se deben al arribo de inmigrantes y para utilizar el miedo y la mentalidad de escasez como estratagema en este ciclo electoral.
Aunque la extrema derecha republicana en la Cámara Baja generó caos al destituir al expresidente cameral, Kevin McCarthy, por querer que se aprobara un plan presupuestario libre de medidas antiinmigrantes, el Freedom Caucus ha demostrado su intransigencia al preferir que el gobierno cierre si ello supone que el avance de legislación nativista sea prioritaria para el liderazgo cameral republicano.
Pero para los republicanos de la Cámara de Representantes, el descenso hacia el extremismo nativista blanco es un camino peligroso destinado al caos y la antigobernanza. Aunque los republicanos exigieron y obtuvieron varias medidas antiinmigrantes en el reciente proyecto de ley sobre la frontera, lo descartaron por la oposición de Trump quien afirmó que sería “un gran regalo para los demócratas y un deseo mortal para el Partido Republicano”. Han dejado en claro que ven la inmigración y la frontera como un tema de campaña y no uno que deba abordarse.